lunes, 30 de noviembre de 2009

Seis razones impiden la reconciliación entre evolución y religión

Seis razones impiden la reconciliación entre evolución y religión

Pero la teoría evolutiva de Darwin podría ser vista como fuente de fe, según Shermer

 

Reproducido desde tendencias21 


Michael Shermer, editor de Skeptic magazine y escritor, publica en CNN un artículo en el que analiza las resistencias de los creyentes hacia la teoría de la evolución. Según el autor, seis son las razones que generan resistencias a la aceptación de esta teoría, a pesar de su importancia para el conocimiento humano. Todas ellas son miedos infundados, afirma Shermer, puesto que la teoría de la evolución en realidad podría aportar a aquéllos que creen en Dios una fuente de sobrecogimiento ante su “Obra”, de una profundidad jamás soñada por nuestros ancestros. Por Yaiza Martínez. 



Fuente: Everystockphoto.
ichael Shermer, editor de Skeptic magazine, columnista de la revista Scientific American, y autor de los libros "Why Darwin Matters" y "The Mind of the Market", ha escrito en CNN un artículo en el que se pregunta por qué los creyentes norteamericanos no aceptan la teoría de la evolución de Charles Darwin. 

Seis razones esgrime Shermer para explicar esta resistencia, cuando se acaba de cumplir el 150 aniversario de la publicación de “El origen de las especies”, un libro en el que el naturalista británico presentó su revolucionaria teoría sobre la evolución. 

El origen de las especies 

Esta obra, explica Shermer, resultó ser de enorme importancia. Thomas Henry Huxley, biólogo británico del siglo XIX conocido como el Bulldog de Darwin por su defensa de la teoría de la evolución, señaló incluso que “El origen de las especies” ha sido el instrumento más potente para la expansión del conocimiento desde el “Principia” de Newton. 

A pesar de ello, aún en 2001, la Gallup Poll (sondeo de opinión frecuentemente usado para representar a la opinión pública) señaló que el 45% de los americanos estaban de acuerdo con la afirmación de que “Dios creó al ser humano prácticamente tal y como es ahora, en algún momento de los últimos 10.000 años”. 

El 37% de los encuestados prefirió la afirmación “el ser humano se ha desarrollado durante millones de años a partir de formas de vida menos avanzadas, pero Dios ha guiado este proceso”, y sólo el 12% creía en la teoría científica estándar: “el ser humano se ha desarrollado durante millones de años a partir de formas de vida menos avanzadas, pero Dios no ha tomado parte en esta evolución”. 

Estos porcentajes han cambiado poco en las siguientes encuestas realizadas, a pesar del paso del tiempo, escribe Shermer. 

Miedos comunes 

Para el autor del artículo, seis son las razones que hacen que los norteamericanos se resistan a aceptar la evolución. 

La primera de ellas sería el modelo de conflicto entre religión y ciencia, la creencia en que hay una batalla establecida entre ambas, y que hay que posicionarse a favor de una u otra. 

La segunda razón es la creencia en que la evolución es una amenaza para las doctrinas religiosas. Mucha gente intenta utilizar la ciencia para probar algunas de estas doctrinas, pero como esto no se consigue, la ciencia resulta rechazada. Por ejemplo, se intenta probar que la historia de la creación del Génesis puede tener un reflejo en los registros fósiles, pero éstos en realidad revelan que la vida en la Tierra surgió hace miles de millones de años, y no hace sólo 10.000 años, que es lo que propondría el Génesis. 

Por otro lado, existe según Shermer una mala interpretación de la teoría de la evolución. La mayoría de la gente sabe poco acerca de ella, tal y como se constató en la encuesta arriba mencionada, en la que un cuarto de los encuestados afirmó que no sabía lo suficiente acerca de la evolución como para determinar si la aceptaba o no. Este problema se ve acrecentado por la controversia de la teoría de Darwin, lo que ha provocado que en las escuelas de Estados Unidos ésta a menudo no se enseñe. 

Una cuarta razón para el rechazo es el temor a que la evolución degrade a la humanidad. Después de que Copérnico descartara nuestra situación central en el cosmos, Darwin reveló que somos “simples” animales, sujetos a las mismas leyes naturales y fuerzas históricas que otras especies. 

La quinta razón de la resistencia a la evolución radicaría en la relación entre ésta y el nihilismo ético. Según algunos neoconservadores actuales, ninguna comunidad humana puede sobrevivir si sus miembros creen que sus vidas carecen de sentido o que vivimos en un universo que no tiene sentido. 

Por último, la sexta razón, según Shermer, sería el miedo a que la teoría evolutiva extendida en el pensamiento humano implique el fallo de las doctrinas políticas y económicas, dado que la constitución de la humanidad es más fuerte que la constitución de los Estados. 

Las cinco primeras razones para la resistencia a la evolución han provenido casi exclusivamente de los políticos conservadores. Esta última razón, en cambio, está originada por los liberales. 

Evolución divina 

Según Shermer, todos estos temores carecen de base. En primer lugar, si uno es creyente, no debería importar en qué momento creó Dios el universo. 

Tampoco debería tener importancia alguna para la fe cómo creó Dios la vida, si fue mediante el Verbo o si Dios lo hizo a través de las fuerzas naturales del universo que Él mismo creó. La grandeza de la obra de Dios debería seguir siendo vista como sobrecogedora, independientemente de los medios utilizados para el surgimiento y el desarrollo de las diversas formas de vida. 

Desde una perspectiva moral, la humanidad surge de la biología y ha evolucionado como especie social con tendencias cooperativas y altruistas dentro de su propio grupo, y tendencias competitivas o belicosas hacia grupos ajenos. El propósito de la civilización es acentuar lo mejor de nuestra naturaleza. 

Según Shermer, los creyentes podrían aceptar la ciencia y, en especial, la teoría de la evolución porque ésta puede interpretarse como la revelación de la magnificencia de Dios, con una profundidad jamás soñada por nuestros ancestros. 

Hemos aprendido mucho en los últimos 4.000 años, y este conocimiento no debería ser nunca degradado o negado. Más bien a la inversa, la ciencia debería ser bien recibida por todos aquéllos que aprecian la sabiduría, escribe el autor. 

Controversia generalizada 

En la misma línea que propone Michael Shermer, la National Academy of Science de Estados Unidospublicaba en 2008 un libro titulado “Science, Evolution and Creacionism” en el que, además de explicar las diferencias entre ciencia y religión, se sostenía que la aceptación de la teoría evolutiva no precisa necesariamente del abandono de la fe en Dios. 

La controversia aquí presentada no afecta, sin embargo, sólo a los creyentes cristianos estadounidenses, sino que también genera conflicto entre creyentes de otras doctrinas, como el Islam. 

Así, en el mundo musulmán tampoco existe una única postura ante la teoría de la evolución. Mientras que existen musulmanes que no ven conflicto alguno entre ésta y su fe, otros la rechazan de pleno, por considerarla opuesta a sus creencias, tal y como explicamos en otro artículo de Tendencias21.


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Simulan por primera vez un cerebro tan grande como el de un gato

Simulan por primera vez un cerebro tan grande como el de un gato

A este ritmo, simularán el cerebro humano en 2020

 

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En la conferencia de supercomputación de este año SC09 en Portland, la empresa IBM ha anunciado grandes avances en la tecnología de simulación de redes neuronales biológicas, haciendo público que han conseguido simular el funcionamiento de un cerebro del tamaño del cerebro de un gato. Esto supone un gran salto cualitativo en cuanto a simulaciones de redes neuronales biológicas complejas. Además se ha desarrollado un algoritmo específico para un supercomputador de casi 150 mil núcleos de IBM, llamado BlueGene, capaz de estudiar con gran detalle el funcionamiento del cerebro humano. Con los resultados obtenidos y observando la evolución de la tecnología, se puede hacer la previsión de que para 2020 se podrá simular un cerebro del tamaño del de los humanos. Por Rubén Caro.






Todos sabemos que existen los supercomputadores. Nos imaginamos que son máquinas muy complejas, como nuestros propios ordenadores, pero a lo grande. Si nuestros ordenadores tienen uno, dos o cuatro núcleos, un superordenador debe tener al menos 100 núcleos o más. Por eso son tan caros. También sabemos que esos ordenadores se utilizan para tareas serias y deben funcionar bien, por lo que deben funcionar con versiones especiales de Windows o de MacOS, los sistemas operativos más avanzados. 



La sorpresa se la puede llevar más de uno cuando descubra que los supercomputadores de hoy en día pueden contar con cientos de miles de núcleos. El más potente tiene unos 250 mil núcleos, ni más ni menos. Además, resulta que Windows o Mac no son (ni lo han sido nunca) los sistemas operativos más avanzados. De los 500 superordenadores más potentes del mundo, un 90% usan el sistema operativo libre Linux, y un 5% usa el sistema Unix, según  el último informe del mes de noviembre. 



El cerebro de un gato 



Según las últimas estimaciones sobre la velocidad de crecimiento de la capacidad de los supercomputadores, éstos alcanzarán una potencia de cálculo de un exaflop (10^18 operaciones por segundo) en el año 2018. Este nivel de potencia tiene una cualidad especial, y es que según Rajagopal Ananthanarayanan, Steven K. Esser Horst D. Simon, y Dharmendra S. Modha, científicos investigadores de IBM, con esa potencia de cálculo ya será posible simular de manera artificial el funcionamiento de un cerebro humano biológico. 



De momento, lo que han conseguido con uno de los supercomputadores de hoy en día es simular el funcionamiento de un cerebro de unos mil millones de neuronas y de unos 10 billones de conexiones neuronales casi en tiempo real. Eso equivale aproximadamente a un cerebro biológico de un gato. El superordenador utilizado, el BlueGene de IBM, tiene 150 mil núcleos y unos 144 mil gigabytes de memoria. 



Un salto cualitativo 



En el artículo que han publicado en la conferencia de supercomputación de este año SC09 en Portland, explican que esto supone un importante salto cualitativo en cuanto a simulaciones de redes neuronales biológicas complejas, puesto que la complejidad del cerebro de un mámífero mediano, como un gato, es órdenes de magnitud mayor a la encontrada en simulaciones anteriores, equivalentes a mamíferos pequeños, como ratas. Esto abre todo un abanico de nuevos mecanismos y fenómenos que pueden simular, y que no se dan en cerebros más simples. 





Foto: IBM
El objetivo final es lograr comprender cómo funciona el cerebro humano en toda su complejidad. Pero el cerebro humano tiene aproximadamente 20 mil millones de neuronas y unos 200 billones de conexiones neuronales. Mientras la tecnología alcanza los niveles necesarios para poder simular en un laboratorio el funcionamiento del cerebro humano con todo detalle, se puede intentar obtener el máximo de información posible que nos permita la tecnología actual. 



Estudiar el funcionamiento del cerebro humano, y crear nuevas computadoras 



Para eso mismo, también han desarrollado un software especial para ese supercomputador, y que han bautizado como BlueMatter. Para desarrollar el proyecto han contado con la colaboración de científicos del Lawrence Berkeley National Laboratory, y de la Universidad de Stanford. Con este software pueden estudiar muy detalladamente el funcionamiento del cerebro humano a partir de imágenes de resonancia magnética funcional de cerebros humanos vivos. No es lo mismo que tener una simulación del cerebro, neurona por neurona, pero se podrá aprender mucho sobre los mecanismos internos del sistema neuronal humano mientras tanto. 



Hay otro objetivo además de conocer el cerebro humano con precisión, y es crear computadoras más potentes utilizando las estrategias de cálculo que usa el propio cerebro. Conforme se van desvelando los misterios del funcionamiento del cerebro, se descubren las estrategias que éste utiliza para procesar semejante cantidad de datos, resolver problemas tan complejos a una velocidad de vértigo, y además hacerlo gastando sólo una pequeña cantidad de energía y ocupando el mínimo espacio. Hasta cierto punto, esas mismas estrategias podrán ser utilizadas en los ordenadores para obtener más potencia de procesamiento. 



En el horizonte está el conocimiento completo de cómo funciona la mente humana, y paralelamente, la posibilidad de reproducirla artificialmente. 



Ver artículo en Tendencias21




domingo, 15 de noviembre de 2009

La memoria a corto plazo depende de dos redes neuronales diferenciadas


Reproducido desde tendencias21



Nuevos descubrimientos obligan a revisar el papel del hipocampo en la formación de los recuerdos



Hasta ahora, se había pensado que el cerebro humano utilizaba dos mecanismos distintos para formar recuerdos a largo plazo o recuerdos a corto plazo. Esta teoría, sin embargo, acaba de ser desafiada por los resultados de una investigación de científicos de la University College de Londres, en la que se ha puesto de manifiesto que la distinción no es tan sencilla. Los recuerdos a corto plazo estarían formados por dos redes neuronales muy distintas, una de ellas responsable también de la memoria de larga duración. Por Yaiza Martínez.


Hasta ahora, se había pensado que el cerebro humano utiliza mecanismos distintos para formar recuerdos a largo plazo y recuerdos a corto plazo. Esta teoría, sin embargo, acaba de ser desafiada por los resultados de una investigación realizada por científicos de la University College de Londres (UCL)

Según un 
comunicado de la UCL, los neurocientíficos formularon la primera teoría a partir de observaciones realizadas con pacientes con amnesia, un trastorno que afecta a la capacidad de formar recuerdos a largo plazo. 

Normalmente, la amnesia suele estar ocasionada por daños en una región del cerebro llamada hipocampo. Se sabe que esta región, que está situada en los lóbulos temporales, está involucrada en la memoria a largo plazo, la memoria espacial y los desplazamientos físicos. También es una de las primeras zonas afectadas por la enfermedad de Alzheimer, cuyos síntomas son las deficiencias de memoria y la desorientación. 

A pesar de los daños sufridos en la memoria a largo plazo en aquellos pacientes con amnesia (y, en consecuencia, con trastornos en el hipocampo), éstos fueron capaces de recordar un número de teléfono durante periodos cortos de tiempo, siempre que no se distrajera su atención. 

Este hecho condujo a la idea de que el hipocampo sería el responsable de la memoria a largo plazo, pero no de la memoria a corto plazo. Los hallazgos recientes realizados por los científicos de la UCL revelan que esta distinción entre ambos tipos de recuerdos debería ser revisada. 

Redes neuronales distintas 

Los investigadores de la UCL analizaron a pacientes que padecían epilepsia con origen en el lóbulo temporal, un tipo de epilepsia que provoca una marcada disfunción del hipocampo. 

A los participantes se les pidió que observasen e intentaran memorizar imágenes fotográficas de escenas cotidianas, por ejemplo, de sillas y de una mesa situadas en una sala de estar. Mientras ellos recordaban las fotos, se midió su actividad cerebral en intervalos de tiempo cortos (de sólo cinco segundos) y largos (de 60 minutos). 

Los registros cerebrales se realizaron con una técnica no invasiva denominada magnetoencefalografía
(MEG), que registra la actividad funcional del cerebro mediante la captación de campos magnéticos, y que permite investigar las relaciones entre las estructuras cerebrales y sus funciones. 

Con la MEG se constató que para la memoria a corto plazo acerca de los detalles de cada escena, por ejemplo, si la mesa estaba situada a la derecha o a la izquierda de las sillas, fue necesaria la actividad coordinada de una red de áreas cerebrales (región temporal y región visual), mientras que para la memoria a corto plazo general se puso en marcha una red neuronal muy diferente. 

Consecuencias de la diferencia 

Como consecuencia de sus trastornos, a los 60 minutos los participantes no fueron capaces ni de recordar detalles de las fotos ni de distinguir éstas de fotos nuevas. 

Sin embargo, según uno de los autores del estudio, el profesor Emrah Duzel, tras cinco segundos, los pacientes sí pudieron distinguir las imágenes que ya habían memorizado de imágenes nuevas (recuerdo general), pero no de recordar la colocación detallada de los objetos en las escenas (recuerdo detallado). 

Los científicos explican que esto se debe a que existirían dos redes distintas para la formación de recuerdos a corto plazo en el cerebro. 

Una de estas redes funcionaría de forma independiente al hipocampo y se mantendría intacta en pacientes con daños en éste y, en consecuencia, con déficit de memoria a largo plazo. 

La otra red sí que dependería del estado del hipocampo, y afectaría a la formación de los recuerdos a corto plazo, junto con la capacidad de formar recuerdos a largo plazo. 

Primera evidencia anatómica y funcional 

Otro autor de la investigación llamado Nathan Cashdollar, señala que a pesar de que otras observaciones recientes habían comenzado ya a desafiar la distinción clásica entre memoria a corto plazo y a largo plazo y su relación con el hipocampo, esta teoría se ha mantenido durante casi medio siglo. 

La importancia de los resultados obtenidos en esta investigación es que suponen la primera evidencia anatómica y funcional de los mecanismos que se comparten en la formación de recuerdos a corto y largo plazo, y cuáles son independientes en dicha formación. 

Gracias a ellos, ahora se sabe que existen dos redes diferenciadas en las que se basa la memoria a corto plazo. Una funciona con independencia del hipocampo, y por ello no se ve afectada por los trastornos que afectan a esta región del cerebro, mientras que la otra depende de él. Los resultados de esta investigación han sido publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences 
(PNAS).



El amor calma el dolor


Reproducido desde tendencias21




El sufrimiento físico se reduce ante las imágenes del ser amado



El dolor físico se puede reducir sólo con mirar la foto del ser amado. Esto es lo que ha revelado un estudio realizado por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles, con 25 mujeres emparejadas, a las que se les enseñó la foto de sus novios mientras se las sometía a estímulos dolorosos. Los investigadores señalan que estos resultados se deben a que las imágenes de los seres amados activan representaciones mentales placenteras, unos pensamientos que tendrían un efecto paliativo para el dolor. Por Yaiza Martínez.


¿Se puede reducir el dolor físico simplemente mirando a la persona amada? La respuesta es sí, a tenor de un estudio realizado por científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), cuyos resultados han aparecidos publicados en la revista Psychological Science

En la investigación participaron 25 mujeres que mantenían una buena relación con sus novios. Estas relaciones tenían, en el momento del estudio, al menos seis meses de duración. 

Según publica la UCLA en un comunicado, las participantes recibieron estímulos de calor moderadamente dolorosos en sus antebrazos, mientras se veían sometidas a una serie de condiciones, como sujetar la mano de sus novios (sentados tras una cortina), sujetar la mano de un extraño (también situado tras una cortina), sujetar una pelota, ver la imagen de sus parejas en la pantalla de un ordenador o ver imágenes neutras –como de una silla-, entre otras. 

Reducción del dolor 

En la revista ScientificAmerican se detalla el experimento: en primer lugar, los investigadores determinaron el umbral de dolor subjetivo de las mujeres ante estímulos de calor aplicados en el antebrazo, en una escala del 0 al 20. 

Después, las participantes fueron sometidas a 84 pruebas más de mediciones del dolor, en las que se les solicitó que señalaran verbalmente el grado de dolor o de incomodidad que sentían bajo ciertas condiciones. 

Estas 84 pruebas fueron divididas en siete grupos, en los que las participantes se vieron sometidas, además de a los estímulos dolorosos, a las condiciones antes mencionadas, entre ellas, la de la proyección en la pantalla de un ordenador de la foto de los novios de cada participante. 

Curiosamente, las mujeres informaron de que experimentaban una gran reducción del dolor mientras veían las fotos de sus novios o mientras sujetaban a éstos la mano, en comparación con las otras situaciones, en las que veían fotos de objetos o sujetaban la mano a hombres desconocidos para ellas. 

Asimismo, se constató que el dolor era ligeramente menor cuando las mujeres veían la foto de su pareja que cuando sujetaban la mano de éstos, que permanecían ocultos tras una cortina. 

Compensación cognitiva 

Según una de las autoras de la investigación, Naomi Eisenberger, directora del Laboratorio de Neurociencia Afectiva y Social de la UCLA, cuando las mujeres miraban a la foto de sus novios, realmente señalaron sufrir menos dolor que cuando miraban otras imágenes, de objetos inanimados o de personas desconocidas. 

Eisenberger afirma: “Por tanto, el mero recuerdo de la pareja a través de una simple foto es capaz de reducir el dolor”. La investigadora añade que estos resultados cambian nuestras nociones acerca de cómo el apoyo social influye en la gente. 

Normalmente, se cree que el apoyo social que nos hace sentir bien es aquél que responde y atiende nuestras necesidades emocionales. Sin embargo, los resultados del estudio revelan que sólo con ver una foto se puede conseguir ese mismo efecto. 

Los investigadores aún no saben porqué se logra reducir el dolor al ver una imagen del ser amado, pero interpretan los resultados de este estudio como un ejemplo de compensación cognitiva. 

Así, al ver una foto de la pareja, se activan representaciones mentales placenteras de esa persona, unos pensamientos que tendrían un efecto paliativo del dolor, susceptible de ser medido. 

Aplicaciones prácticas 

Según Eisenberger, este estudio demuestra hasta qué punto nuestros lazos sociales pueden impactar en nuestras experiencias, y lo importante que resulta el apoyo social para la salud mental y física. 

Por otro lado, los resultados obtenidos tienen un beneficio práctico, puesto que demuestran que llevar fotos de los seres amados durante cualquier procedimiento doloroso puede aliviar el dolor, especialmente cuando dichos seres no pueden acompañarnos o no saben cómo darnos el apoyo que necesitamos.



jueves, 12 de noviembre de 2009

Policía rusa halla en Siberia a una niña "criada" por perros y gatos

Tomado de emol.com  Miércoles 27 de mayo de 2009

La menor sólo se comunica mediante el lenguaje 
de los animales. 
MOSCU.- Agentes de la protección infantil rusa descubrieron en la localidad de Tchita (Siberia oriental) a una niña de cinco años que fue "criada por varios perros y gatos", y que sólo habla "el lenguaje de los animales", anunció el miércoles la policía local. La niña fue encontrada en un departamento destartalado donde también vivían sus padres y abuelos, pero sin ocuparse de ella. De acuerdo a lo informado por la policía, nunca salió de su hogar y nunca le enseñaron a hablar, por lo que trata de comunicarse ladrando y aullando.


"Durante unos cinco años, la niña fue criada por varios perros y gatos y nunca salió de la casa", indicó la policía de Tchita en un comunicado.


Hasta que fue hallada, "la pequeña (...) se tiraba sobre las personas como un perrito" y durante todos esos años "sólo aprendió el lenguaje de los animales", añadió la nota, al precisar que la menor comprende el ruso, aunque no lo habla.


La niña fue trasladada a una institución donde recibe cuidados médicos y psiquiátricos pero, según la policía, "se lanza contra la puerta y aulla" cuando el personal deja la habitación donde está.


El comunicado policial apoda a la pequeña "Mowgli", como el protagonista del Libro de la Jungla.

El bar de las ilusiones

Tomado de Blogs El Mercurio, jueves 12 de noviembre de 2009

Columna de Cristián Warnken 




Yo tenía 21 años, y una mañana de 1982 estaba con mis propias manos tocando el muro que separaba dos ciudades con el mismo nombre. Casi lo acariciaba, como quien recorre la textura de un Dios de piedra.


Había cruzado la frontera que separaba Alemania Oriental de Alemania Occidental, para cruzar otra frontera dentro de la frontera, la de Berlín Occidental con Alemania Oriental. Fronteras dentro de fronteras, unas dentro de otras, como en un juego de mapas dibujados por un loco. Y yo, un joven sudamericano que venía en peregrinación a la vieja Europa a rendir culto a los dioses de mi adolescencia, estaba frente a ese muro que todos creíamos sólido, indestructible.
Un gran alemán, Federico Nietzsche, había dicho que “los grandes cambios vienen con pisadas de palomas”, llegan en “la hora más silenciosa de todas”. Pero nadie lo escuchó en su propia tierra, la Alemania de los grandes abismos y las grandes cimas.


Cierro los ojos: tengo 21 años, todavía creo en Marx y estoy tocando el muro de los muros esa mañana del 82, el muro que me separa de la libertad interior, donde caerán desplomadas dentro de poco todas las estatuas de mi juventud, como muñecos gigantes huecos, ídolos de barro en medio de la tempestad. Hace frío, es un día gris y yo cruzo a Berlín del Este. Mi corazón tiembla en la mochila. Voy a llegar a Utopía, voy a caminar por las calles de un Este mítico y llevo el libro de Lenin “¿Qué hacer?” —como buen y obediente militante de izquierda que era— en el morral de joven sudamericano con la cabeza llena de pájaros y consignas y sueños.


Pero al otro lado no me encontraré con mis dioses, sino con las estatuas de ellos apuntando con sus dedos a un horizonte de edificios grises y monótonos, en un país donde la tristeza había terminado por devastar lo poco que quedaba ahí de vida. Un país para policías y delatores y muertos en vida. Vago por calles iguales, igualitarias, vacías, y me cruzo con fantasmas, con miradas idas. Un vacío se instala en mi pecho, una angustia que todavía no tiene nombre, una duda que empieza a carcomer mis amadas consignas por dentro. Soy un joven sudamericano vagando por el infierno de otros, que se suponía debía ser nuestro paraíso, el paraíso del hombre sobre la tierra.
¿Alguien sabe lo que es perder la fe de golpe, alguien ha visto saltar por el aire, hecho trizas, al dios de su infancia? Tengo 21 años y en la Friedrichstrasse entiendo por primera vez que ese muro que acabo de cruzar no es mi muro, sino el muro de otros. Quiero llorar, no puedo, entro en el único bar que encuentro en muchas manzanas a la redonda. Desde la barra, dos jóvenes muchachas alemanas de mi edad me miran con curiosidad. Nos comunicaremos con dibujos, palabras en inglés sueltas y mímicas en las pocas horas que tenemos por delante. Me contarán sus vidas en ese “paraíso” fundado en la mentira. Yo soy para ellas la libertad (exótica, lejana, inaccesible), y ellas ya no son para mí la esperanza. Quiero sacarlas de ahí, llevarlas al otro lado del implacable muro. Cae la tarde y debo volver a la frontera. Nos miramos a los ojos.
Nunca tres miradas se cruzaron tanto. Nos hemos comunicado más allá de las palabras. Ellas ya perdieron toda fe. Yo la estoy perdiendo en cada minuto que pasa. ¿Por qué la historia la escriben los que levantan muros y no la gente de mirada limpia, como la de esas dos muchachas que ya no veré nunca más en mi vida?


Pensé mucho en ellas cuando cayó el muro. En esas anónimas que comenzaron a demoler el muro dentro de mí, antes que el otro muro, el exterior, cayera. ¿Cómo se llamaban? ¿Qué fue de sus vidas en estas décadas que nos separan de esa mañana gris de 1982? ¿Qué ha sido de nosotros en todas estas décadas? ¿Cuándo dejamos de ser lo que fuimos, cuándo comienzan los muros a caer y cuál es la hora más silenciosa de todas? ¿Cuántas fronteras quedan por cruzar, y cuántas fes ilusorias perder todavía?

¿Qué estas haciendo en este momento?

Tomado de http://ishanoshabla.blog.terra.com.mx/


Parece que todos tenemos una opinión sobre si Obama merece el Premio Nóbel de la Paz o si es demasiado prematuro. Después de oír muchas opiniones, expresadas aquí, sólo tengo una cosa que decir. Independientemente del premio, está claro que Obama tiene un deseo muy enfocado en lograr la paz en el mundo, pero mi pregunta no es acerca de Obama, mi pregunta es acerca de ti.

¿Con qué frecuencia nos sentamos a juzgar, criticar, comparar y evaluar las acciones de quienes nos rodean? Es muy fácil aplicar lo que en Australia llamamos el síndrome de la amapola mas alta –esto es, ese deseo de cortar lo que más se eleva y poner toda nuestra atención en criticar a la gente de nuestro mundo que ha alcanzado posiciones de poder y de éxito. Pero, ¿qué estás haciendo tú para crear paz en este momento?

Tengo una propuesta, vamos a considerar que todos somos elegibles para el Premio Nóbel de la Paz, y nos proponemos internamente traer paz a nuestro entorno. Luego, cuando tengamos claro ese propósito, podemos enfocarnos en dar paz interior a nuestras familias, nuestros amigos, nuestro medio ambiente, y en última instancia, a nuestro mundo. Porque la paz es responsabilidad de todos los seres humanos, no es responsabilidad de nuestros líderes. Es una elección que todos estamos haciendo en cada momento. ¿Me estoy amando a mí mismo? ¿Estoy en paz conmigo mismo? ¿Estoy dando todo lo que puedo o estoy sentado en mi pedestal, mientras analizo y juzgo el exterior?

La grandeza se manifiesta en acción. El victimismo espera que el exterior cambie para estar a salvo. Por duro que pueda parecer, esta es la realidad del 99% de la humanidad.

Cuando alguien tan noble como Obama presiona por el cambio dentro de un mundo tan conflictivo, automáticamente es elegible para cualquier premio de la paz. Como cualquier persona que esté dando a la humanidad en este nivel.

Recomendaciones para encontrar la paz interior

Cuando algo difícil o desafiante ocurra en nuestras vidas, podemos percibirlo como un obstáculo en nuestro camino o como una oportunidad para crecer. Nuestra forma de responder a esas situaciones, las puede transformar de problemas, a momentos de evolución personal. Observa la respuesta automática a criticar a las circunstancias y a etiquetarlas como “equivocadas”. Cuando te hagas consciente de esta elección, serás capaz de escoger algo diferente: elegir apreciar y aprovechar esas oportunidades para ser más, para rendirte a lo que es y para confiar en los regalos que el universo te está trayendo.

Si tu vecino va caminando distraído, pasa, y ni se da cuenta de ti, puedes elegir sentirte ofendido e ignorarlo tú también, o sonreír y decir ¡Buenos días!

Cuando a alguien se le cae algo, tenemos la oportunidad de recogerlo, o seguir caminando e ignorarlo.

Si alguien tiene un problema, podemos estar presentes y ofrecer nuestro apoyo, o hacernos la vista gorda, perdidos en nuestras propias distracciones.

Estos son pequeños ejemplos de situaciones cotidianas, donde nuestras elecciones nos muestran nuestro propio enfoque, y cómo estamos con nosotros mismos: si nos centramos en nuestros propios dramas y necesidades y como consecuencia, estamos enfocados en la carencia, o si estamos abiertos y disponibles para dar, enfocados en la abundancia, la alegría de vivir, y al servicio de la creación de vida.

¿Estás abierto a sentir cada aspecto de ti mismo, a gozar los sentimientos de alegría y abrazar tus penas, como un ser humano?

Cuando estás cansado y tu pareja, amigo o hijo ha tenido un mal día, ¿eres capaz de estar ahí para ellos, sólo como una presencia silenciosa? ¿O te sientes obligado a intervenir, para tratar de cambiar de tema o hacer que cambien su estado de ánimo, porque te sientes incómodo si no haces nada?

Sólo está atento para ver, en tu día, en qué áreas puedes estar más presente, más consciente. Desde ese espacio, cualquier acción que realices será más amorosa, más llena de paz para todos los que te rodean.

Sé como una esponja que absorbe todas las posibilidades de aprender de todo y de todos, enfocado en ser un cien por ciento en cada momento: “En este momento elijo ser la totalidad y, en cada momento, puedo ser más, más amor, más libertad, más ser“.

Yo siempre digo a mis estudiantes: “No importa lo que estás haciendo: lo importante es lo que estás siendo”. ¿Qué estás eligiendo ser en este momento?